viernes, 30 de diciembre de 2011

Sancionar la falsedad: Apuntes de un escribidor

Como estrategia de control para no exhibir aún más la podredumbre con la que opera la política mexicana, en Veracruz se intentó crear iniciativas para castigar de manera penal a las personas que utilicen las redes sociales para difundir rumores o información falsa que genere pánico entre la población, loable intento que sin embargo, como la mayoría de las leyes que han sido aprobadas, tienen sus contras más que pros, ya que sería utilizado por el propio gobierno para perseguir a cualquier persona incómoda.
También el Congreso de Tabasco aprobó incluir un nuevo artículo en el Código Penal estatal para castigar con dos años de cárcel y multar con 300 salarios mínimos a quienes difundan rumores a través de las redes sociales como Facebook y Twitter, así como por la vía telefónica.
De acuerdo con el proyecto, el artículo 312 bis quedó redactado de la siguiente forma: “A quien utilice el servicio telefónico o cualquier medio de comunicación masiva para dar aviso de alarma o emergencia falsa, provocando con ello la movilización o presencia de servicios de emergencia o cuerpos de seguridad pública, o provoque caos o inseguridad social, se impondrá prisión de seis a dos años y de cincuenta a trescientos días de multa”.
Las redes sociales han sido utilizadas para difundir noticias, opiniones o fotografías que los medios de comunicación, en particular la televisión abierta, se niegan a propagar. En nuestro país, difundir una mentira a través de las redes sociales se pagará con cárcel y difundir la verdad de los hechos que ocurren en las ciudades violentas se pagará con la vida, tal y como ha sucedido estos últimos días en ciudades como Tamaulipas, en particular con la muerte de María Elizabeth Macías Castro, jefa de información del periódico “Primera Hora” de Nuevo Laredo, quien fue decapitada por la delincuencia organizada por difundir noticias relacionadas con el narcotráfico.
Por otra parte, las televisoras difunden los promocionales del gobierno federal, en el que se habla de logros y más logros, pero se callan todos los robos que han hecho y el enriquecimiento ilícito que han logrado políticos de todos los partidos y empresarios a costa del erario. ¿Por qué no se sanciona a las televisoras por difundir una realidad que no existe? ¿Por qué no se le sanciona por decir mentiras y facilitar el medio para que otros la digan? ¿Porque ellos sí se pueden defender?
Además de hundir a la población con sus falsedades, y con eso volverse millonarios, hacen hablar a unos cuantos ciudadanos (que no son la voz de un pueblo) para demostrar que los buenos somos más. Por cierto, las televisoras se incluyen entre los buenos, cuando es bien sabido que gracias a ellas estamos hundidos, porque fueron las televisoras las más grandes cómplices de la campaña sucia que se realizó contra López Obrador, propagaron la idea de que era un peligro para México y no tienen el valor para retractarse y decir de forma clara y límpida de quién es la culpa de lo que está sucediendo ahora, una culpa que comparten ellos con los poderosos políticos y empresarios que no sacian su sed de poder, no tienen el valor de decir quién es el que hace daño a este país, no tienen el valor, les vale.
Antes de sancionar a los usuarios de las redes sociales, se debería sancionar las mentiras de los conductores de televisión, de las estrellas televisivas y de los comerciales, su influencia entre la población es inmensa, por lo que sus mentiras hacen mucho más daño que las redes sociales.
Termino con un chistecito tomado de las redes sociales, en el que se habla de algunas “estrellas de la televisión”:
“¿Quieres estudiar en el Centro de Educación Artística de Televisa?
Este semestre los maestros son:
-Carlos Loret de Mola: Ética
-Joaquín López Dóriga: Inglés
-Azalia “La Negra” de Big Brother: Civismo
-Ninel Conde: Cultura General.
Inscríbete YA!!!!! Cupo Limitado”.

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