viernes, 30 de diciembre de 2011

La noche justo antes de los bosques: Sobre la dramaturgia necesaria


La editorial Colihue, misma que dirige Jorge Dubatti, en su colección Dramaturgias del mundo, sacó a la luz en el año 2008 un libro que contiene siete obras de uno de los autores más importantes de la dramaturgia mundial: Bernard-Marie Koltès.
Bernard-Marie Koltès (1948-1989) es una figura cumbre no sólo de la dramaturgia francesa del siglo XX sino un autor fundamental en la historia del teatro mundial. Muchos de los procesos del habla y de la estructura mental de los personajes no podrían estudiarse sin hablar de este autor.
El libro del que hablaremos a continuación incluye siete textos dramáticos: los ya clásicos “La noche justo antes de los bosques”, “En la soledad de los campos de algodón”, “Roberto Zucco” y “La vuelta al desierto”, junto con la obra breve “Tabataba” y piezas menos difundidas de su etapa inicial como “La herencia” y “Sallinger” (reescritura de las novelas y cuentos del norteamericano J.D. Salinger).
La traducción, las notas y el extenso apéndice crítico –que recoge declaraciones y metatextos del dramaturgo- pertenecen a Jorge Dubatti y María Taborda, investigadora especializada en teatro, de la Universidad de Buenos Aires.
En particular quiero hablar de la obra “La noche justo antes de los bosques”, obra canónica en donde un personaje sin nombre a manera de monodiálogo nos plantea el discurso de un extranjero en su soledad dentro de la urbe francesa. En resumen, esta obra es sobre un hombre -cuyo nombre desconocemos- que detiene a otro hombre en la calle, bajo la lluvia, en medio de la noche, y trata de conseguir su adhesión para hacerse compañía, dialogar, compartir una habitación de hotel y pasar la noche juntos.
Esta obra de Koltès nos recuerda al monólogo interno que introdujo en la narrativa James Joyce en su novela “Ulises”, ya que a través de la puntuación el personaje nos va encaminando a su discurso. No hay puntos, sólo comas que nos van llevando a una dialógica monologal donde el personaje habla y habla de todo lo que le pasa como “extranjero” dentro de un país que lo ha marginado. A su vez el personaje de Koltès no es sólo una voz marginal sino una multiplicidad de voces por la capacidad que tiene de evocar personajes y situaciones, tan gandallas como la vida cotidiana misma, como los gandallas que le robaron la cartera y que provocaron la golpiza con la que carga. Este personaje sin nombre atiborra a su receptor con una gran cantidad de descripciones sobre las emociones y sentimientos arraigados en una sola persona que significan una masa. La obra de Koltès es una muestra de la concepción antiposmodernista de la literatura y de la dramaturgia. Es una forma férrea de curarse de la soledad e irse a vivir al bosque, lo que le es imposible ya que ahí personas como él son “cazados”.
“La noche justo antes de los bosques” es un trabajo monumental sobre las formas del habla coloquial, además de una dramaturgia necesaria, musical, una dramaturgia en donde el actor tendría que encontrar los matices de ese abrumador y poderoso discurso y que nos habla de la necesidad de un actor diferente, dispuesto al reto.
Koltès señaló en cierta ocasión a la prensa: “Sólo tengo ganas, un día, de contar bien, con las palabras más simples, la cosa más importante que conozca y que pueda contarse, un deseo, una emoción, un lugar, luz, sonidos, cualquier cosa que sea un fragmento de nuestro mundo y que pertenezca a todos”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

de hecho es totalmente actual aplicada a los tiempos de ahora 2016 post noviembre 2015