viernes, 30 de diciembre de 2011
¿Mejor la guerra que el amor?: Apuntes de un escribidor
Cuando Paul Valéry señala que “la guerra es una masacre entre gentes que no se conocen, para provecho de gentes que sí se conocen pero que no se masacran”, se resume la situación no sólo de nuestro país, sino de la historia de la humanidad. Desde que el brutal capitalismo hizo su entrada triunfal en la historia de occidente, ha utilizado la carne de obreros y campesinos para morir en los campos, mientras los burgueses obtienen jugosas ganancias a través de las negociación con los otros poderes o de la venta de armas.
Hablo de la guerra porque hablar del amor al parecer sólo es un discurso para reírse. El discurso de una república de amor no es atractivo para muchos mexicanos, no es visto bien. Podríamos darle una hojeada a la historia y a lo mejor estaríamos de acuerdo en que este discurso (el del amor) es más de conciliación que un retorno al idealismo o al romanticismo del siglo XVIII y XIX, en donde ante la falta de un cambio social, se optaba por un cambio ficcional que haría creer al pueblo que era necesario sufrir y que el remordimiento del burgués y su consecuente toma de conciencia nos haría salir adelante.
Es sintomático cómo a partir de que se dio a conocer a Andrés Manuel López Obrador como ganador de la candidatura del PRD en contra de Marcelo Ebrad, inició también de nueva cuenta la guerra mediática de varios medios de comunicación, buscando todos los peros que pueda haber y distorsionando las medidas y comentarios que ya empezó a plantear. El discurso de Obrador no ha cambiado en forma ni en fondo, tal vez el tono sea diferente, nada más.
Este cambio de tono ha irritado a muchas personas que se han comportado como lobos y perros que han ladrado en todos los medios de comunicación en donde todavía los aceptan y a capa y espada se han encargado de negar, pero sobre todo de escupir un discurso en el que AMLO se pone a favor de algo que llamó “amor”. ¿Es aceptable y respetable esta postura? ¿para qué hablar de amor si es más redituable y emocionante la guerra?
Aunque también los comentarios de AMLO han provocado en las redes sociales extrañamiento por parte de intelectuales, hombres de arte, además de chistes y comentarios irónicos (muy bien elaborados por cierto) que ponen un dejo de duda, ya que la conciliación es muy difícil ante una sociedad tan golpeada por el egoísmo neoliberal, de ahí que la transformación tendría que ser radical y no un cambio de fachada con candidatos que van en alianza con lo peor del país (Elba Esther Gordillo es un ejemplo).
Día a día los medios de comunicación que se han valido del servilismo para continuar con este sistema, busca y reinventa todo lo que está a su alcance para destruir al candidato de la izquierda, se preocupan por alguien que aseguran no tiene ni tendrá los votos suficientes para ganar la presidencia, pero la conducta inquisidora ante algo que consideran inofensivo es por sí misma extraña.
Aún así hay gente que asegura (1 de 10, según algunas encuestas) que Calderón ganará la guerra contra el crimen organizado, lo peor es que hay gente que votará por quien ofrezca continuar con esta masacre de forma más cruenta (“con mayor firmeza” que le dicen). O ciudadanos que votarán por el más guapo siempre y cuanto se comprometa a decir que ayudará al país (decirlo aquí, en Estados Unidos si quiere podrá decir otra cosa). Votar por alguien que ofrezca amor, conciliación, educación y cultura como una forma de salir adelante ya está pasado de moda, no es chic, es naco y hasta populista. Pero total, como dijo Sartre: cuando los ricos se hacen la guerra, son los pobres los que mueren.
Así que los que están vociferando contra AMLO seguro lo hacen desde la inteligencia de los aparatos electrónicos que cuestan una millonada.
Hablo de la guerra porque hablar del amor al parecer sólo es un discurso para reírse. El discurso de una república de amor no es atractivo para muchos mexicanos, no es visto bien. Podríamos darle una hojeada a la historia y a lo mejor estaríamos de acuerdo en que este discurso (el del amor) es más de conciliación que un retorno al idealismo o al romanticismo del siglo XVIII y XIX, en donde ante la falta de un cambio social, se optaba por un cambio ficcional que haría creer al pueblo que era necesario sufrir y que el remordimiento del burgués y su consecuente toma de conciencia nos haría salir adelante.
Es sintomático cómo a partir de que se dio a conocer a Andrés Manuel López Obrador como ganador de la candidatura del PRD en contra de Marcelo Ebrad, inició también de nueva cuenta la guerra mediática de varios medios de comunicación, buscando todos los peros que pueda haber y distorsionando las medidas y comentarios que ya empezó a plantear. El discurso de Obrador no ha cambiado en forma ni en fondo, tal vez el tono sea diferente, nada más.
Este cambio de tono ha irritado a muchas personas que se han comportado como lobos y perros que han ladrado en todos los medios de comunicación en donde todavía los aceptan y a capa y espada se han encargado de negar, pero sobre todo de escupir un discurso en el que AMLO se pone a favor de algo que llamó “amor”. ¿Es aceptable y respetable esta postura? ¿para qué hablar de amor si es más redituable y emocionante la guerra?
Aunque también los comentarios de AMLO han provocado en las redes sociales extrañamiento por parte de intelectuales, hombres de arte, además de chistes y comentarios irónicos (muy bien elaborados por cierto) que ponen un dejo de duda, ya que la conciliación es muy difícil ante una sociedad tan golpeada por el egoísmo neoliberal, de ahí que la transformación tendría que ser radical y no un cambio de fachada con candidatos que van en alianza con lo peor del país (Elba Esther Gordillo es un ejemplo).
Día a día los medios de comunicación que se han valido del servilismo para continuar con este sistema, busca y reinventa todo lo que está a su alcance para destruir al candidato de la izquierda, se preocupan por alguien que aseguran no tiene ni tendrá los votos suficientes para ganar la presidencia, pero la conducta inquisidora ante algo que consideran inofensivo es por sí misma extraña.
Aún así hay gente que asegura (1 de 10, según algunas encuestas) que Calderón ganará la guerra contra el crimen organizado, lo peor es que hay gente que votará por quien ofrezca continuar con esta masacre de forma más cruenta (“con mayor firmeza” que le dicen). O ciudadanos que votarán por el más guapo siempre y cuanto se comprometa a decir que ayudará al país (decirlo aquí, en Estados Unidos si quiere podrá decir otra cosa). Votar por alguien que ofrezca amor, conciliación, educación y cultura como una forma de salir adelante ya está pasado de moda, no es chic, es naco y hasta populista. Pero total, como dijo Sartre: cuando los ricos se hacen la guerra, son los pobres los que mueren.
Así que los que están vociferando contra AMLO seguro lo hacen desde la inteligencia de los aparatos electrónicos que cuestan una millonada.
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