sábado, 31 de julio de 2010

Apuntes de un escribidor


1.- No basta un milagro o la simple mentalidad para ganar un juego de fútbol importante, sino una formación y educación futbolística que no vaya a la dirección de la demagogia. Esta observación no sólo se aplica a una Federación mexicana en un Mundial de fútbol, sino a todas las instituciones del Estado.
2.- En la misma línea, estamos acostumbrados a rendirle tributo a aquellos que nos vejaron, desde la simpleza de nombrar un fraccionamiento con el nombre de un colonizador o la forma eufemística en que en el ayuntamiento de la ciudad, antes de terminar su gestión, nos muestra para quiénes realmente gobierna, ya que en breve develará un monumento de los conquistadores españoles Francisco de Montejo, el Adelantado, y Francisco de Montejo, el Mozo. Si seguimos en ese tenor y si el DF fuera gobernado por el blanquiazul, no le extrañe ver por Reforma un monumento de Maradona abrazando al árbitro Roberto Rosetti, quien pitó el partido México y Argentina, o uno de Felipe Calderón.
3.- Vivimos en una era en la que la privacidad ha muerto, en la que el espionaje ha hecho que cualquier cosa pueda tornarse contraproducente. Pero sobre todo la forma en que se pretende aplicar la ley es violándola. Creo que muchos funcionarios tendrían que revisar las leyes existentes antes de legislar otras. Y para lanzar una piedra al menos habría que decir el nombre de la fuente. El anonimato es la amenaza más plausible de los ignorantes.
4.- A veces hay que pensar en la mejor forma de apoyar algo, sólo por la disposición de saber que ese algo puede generar frutos. A veces amanecemos y las puertas están cerradas, pero los candados son frágiles; otras despertamos y la llave está muy lejos de la celda. En la medida que el afán de hacer sea verdadero y no una postura monocorde, podremos mirarnos a la cara y con argumentos en mano.
5.- La literatura para niños es un gran vehículo de ficción, pero la literatura escrita por niños lo es aún más. He tenido la fortuna de leer seis pequeños libros (pequeños en extensión) que están a punto de salir a luz y todos me han maravillado, más no sorprendido. La naturaleza y la veracidad con la que se ponen a jugar con las letras admira. Porque ya lo dijo la maestra Verónica Maldonado en el prólogo que hace a uno de esos libros: “Mi asombro para los niños, mi reconocimiento para quienes hicieron posible que zarpara este navío repleto de poesía, confiando siempre en que el poder de la palabra no es privilegio de los adultos”.
6.- Y sí, México es un país de caricatura, al igual que el mundo. Afortunadamente hay hombres de algunas palabras pero sintetizando y parodiando la naturaleza de lo que nos pasa nos hacen crear conciencia.

POR ESTO!, 1 de julio...

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