sábado, 31 de julio de 2010
Este es mi país, esta es mi gente: Apuntes de un escribidor
En el mercado de San Benito, durante las lluvias que azotaron —y azotarán— nuestra capital yucateca, una mujer decía: “No voy a salir hasta que pase el mal tiempo”. Si su frase se tomara literal, eso significaría que no saldría nunca o que por lo menos pasará mucho tiempo para que lo haga.
Ahora, integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas están en huelga de hambre en el Zócalo de la capital mexicana, en condiciones críticas, como el Ing. Cayetano Cabrera, quien lleva 82 días de resistencia y está al borde de la muerte, pero esa no es la nota que sacude al país.
Eso se debe a que estamos ante tantas catástrofes humanas y naturales que la queja fundada de ese sector que ha perdido el patrimonio de su vida —al igual que los damnificados del norte por la tormenta/huracán— se torna nimio: eco y ruido, que se apaga por otros, gracias a nuestra política gubernamental fallida.
Los Oxxos en los estados afectados por el clima, venden el agua purificada (por garrafón) a 128 pesos, incluso en lugares donde no pegó tan fuerte el fenómeno natural; otras empresas hicieron lo mismo, mientras que, aunque no nos guste —como dice una entrañable amiga que estuvo ahí para corroborarlo— Wall Mart bajó el precio a 10 pesos por garrafón.
Estamos pues ante el lucrar con el dolor humano y la necesidad, cosa que no nos sorprende ante el uso de programas federales que amenazan con quitar el apoyo si no se ofrece al voto al partido que otorga la ayuda. Pero resulta inadmisible que cuando es visible lo crítico de la situación se siga con esa práctica. Se matará a falta de agua a muchas familias por no tener dinero, mientras otros se bañan en billetes y lo usan cuasi como papel higiénico.
Pero bueno, como dicen, hay que escalar pisando a otros, pero no se entiende que ese escalar provenga de empresas que ya escalaron lo suficiente. Así es esa gente (la del Oxxo), redondea no para ayudar sino para evadir impuestos, porque la verdadera ayuda el norte la necesita ahora.
Y de nueva cuenta, mientras la algarabía del mundial de fútbol nos remonta a las predicciones de un pulpo que vaticinaba quién iba a ganar cada partido de fútbol, ese pulpo fungía como diputado federal que en su curul no vivía la miseria de su país.
Imagino que ese tal Paul es un pulpo que nunca pisó el golfo de México que ahora está a punto de ser inhabitable, el daño a la ecología es innombrable, mientras que otros se lo toman a noticia curiosa, incluso a chiste.
En la red circula una foto donde Obama le dice al gobernador de California, Arnold Schwarzennegger, lo siguiente: “Lo sé, lo sé, Arnold, pero es nuestra última esperanza. Debes de viajar al pasado y eliminar al fundador de British Petroleum antes de que nazca, su nombre es William Knox. Esta es una foto de su madre”.
Quienes vimos Terminator nos reímos del chiste, pero no podemos dejar de pensar que el gobierno gringo no tiene otra solución al desastre más que la ciencia ficción y que ni siquiera se castigará a los culpables del ecocidio de dimensiones apocalípticas.
No hay castigo para los culpables de que pueda haber muertos en una huelga de hambre en México, ni castigo a las grandes empresas que lucran con la necesidad humana de forma cínica y mucho menos a quienes impunemente destruyen la tierra con tal de conseguir más capital. Así es la gente.
Y como le escuché decir a alguien en la combi: “la guerra de Calderón es necesaria, tiene razón el anuncio de la tele”. Lo peor es que el Gobierno Federal ha abaratado nuestra inteligencia porque ni siquiera es capaz de contratar a actores profesionales para que por lo menos se torne creíble tanta ridiculez mediática.
POR ESTO! 16 de julio.
Ahora, integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas están en huelga de hambre en el Zócalo de la capital mexicana, en condiciones críticas, como el Ing. Cayetano Cabrera, quien lleva 82 días de resistencia y está al borde de la muerte, pero esa no es la nota que sacude al país.
Eso se debe a que estamos ante tantas catástrofes humanas y naturales que la queja fundada de ese sector que ha perdido el patrimonio de su vida —al igual que los damnificados del norte por la tormenta/huracán— se torna nimio: eco y ruido, que se apaga por otros, gracias a nuestra política gubernamental fallida.
Los Oxxos en los estados afectados por el clima, venden el agua purificada (por garrafón) a 128 pesos, incluso en lugares donde no pegó tan fuerte el fenómeno natural; otras empresas hicieron lo mismo, mientras que, aunque no nos guste —como dice una entrañable amiga que estuvo ahí para corroborarlo— Wall Mart bajó el precio a 10 pesos por garrafón.
Estamos pues ante el lucrar con el dolor humano y la necesidad, cosa que no nos sorprende ante el uso de programas federales que amenazan con quitar el apoyo si no se ofrece al voto al partido que otorga la ayuda. Pero resulta inadmisible que cuando es visible lo crítico de la situación se siga con esa práctica. Se matará a falta de agua a muchas familias por no tener dinero, mientras otros se bañan en billetes y lo usan cuasi como papel higiénico.
Pero bueno, como dicen, hay que escalar pisando a otros, pero no se entiende que ese escalar provenga de empresas que ya escalaron lo suficiente. Así es esa gente (la del Oxxo), redondea no para ayudar sino para evadir impuestos, porque la verdadera ayuda el norte la necesita ahora.
Y de nueva cuenta, mientras la algarabía del mundial de fútbol nos remonta a las predicciones de un pulpo que vaticinaba quién iba a ganar cada partido de fútbol, ese pulpo fungía como diputado federal que en su curul no vivía la miseria de su país.
Imagino que ese tal Paul es un pulpo que nunca pisó el golfo de México que ahora está a punto de ser inhabitable, el daño a la ecología es innombrable, mientras que otros se lo toman a noticia curiosa, incluso a chiste.
En la red circula una foto donde Obama le dice al gobernador de California, Arnold Schwarzennegger, lo siguiente: “Lo sé, lo sé, Arnold, pero es nuestra última esperanza. Debes de viajar al pasado y eliminar al fundador de British Petroleum antes de que nazca, su nombre es William Knox. Esta es una foto de su madre”.
Quienes vimos Terminator nos reímos del chiste, pero no podemos dejar de pensar que el gobierno gringo no tiene otra solución al desastre más que la ciencia ficción y que ni siquiera se castigará a los culpables del ecocidio de dimensiones apocalípticas.
No hay castigo para los culpables de que pueda haber muertos en una huelga de hambre en México, ni castigo a las grandes empresas que lucran con la necesidad humana de forma cínica y mucho menos a quienes impunemente destruyen la tierra con tal de conseguir más capital. Así es la gente.
Y como le escuché decir a alguien en la combi: “la guerra de Calderón es necesaria, tiene razón el anuncio de la tele”. Lo peor es que el Gobierno Federal ha abaratado nuestra inteligencia porque ni siquiera es capaz de contratar a actores profesionales para que por lo menos se torne creíble tanta ridiculez mediática.
POR ESTO! 16 de julio.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario