sábado, 31 de julio de 2010

Los endebles: Sobre la dramaturgia necesaria


En 1987 se estrenó en Montreal, Canadá, la obra “Los endebles o la Repetición de un drama romántico”, del dramaturgo quebequense Michel Marc Bouchard. En el año 2000, en el teatro La Capilla y bajo la dirección de Boris Schoemann se estrenó por primera vez en México.
“Los endebles” es una obra de una narrativa fascinante teniendo la representatividad como uno de los ejes primordiales de la acción. La metateatralidad llevada al borde del ímpetu. La acción se nos presenta en dos tiempos que convergen en uno: 1912 y 1952.
En 1952 Moseñor Juan Bidoleau acude a visitar en prisión al viejo Simón, acusado de la muerte de su joven amante Vallier. A manera de juicio los reos interpretan para el obispo la historia de amor que ocurrió hace 40 años y que ha puesto a Simón en la cárcel. Pero más allá de querer hacerle sufrir un castigo físico al obispo, lo que le espera es una desconstrucción del drama que lo hará sentirse vació y desolado.
En 1912 Simón, de temperamento impulsivo, pirómano y de una gran hermosura interpreta el protagónico de “El martirio de San Sebastián”, bajo la dirección del Padre San Miguel, quien enseña desde hace cuatro años en el colegio de San Sebastián. Los espectáculos de tendencia erótico-eclesiástica provocan una ola de chismes sobre el pueblo que afectará de sobremanera la vida de Simón y Vallier.
El amor que siente Vallier, quien por su exceso de sensibilidad Bilodeau le ha impuesto el apodo del “Endeble”, es correspondido por Simón que sin embargo es obligado a continuar una vida socialmente “correcta”, aún a golpes.
La obra que ensayan en 1912 muestra la pasión que se profesan ambos, pero también el enojo del joven Bidoleau, quien celosamente ve acercarse de nuevo a los espíritus de Sodoma y Gomorra que ya están en la tierra y que no son representados por el amor que él rechaza sino por las propias convenciones sociales.
La representación que hacen los reos de lo ocurrido hace 40 años nos muestra la indiferencia y sobre todo los celos y egoísmos de Bidoleau que lo lleva a convertirse de forma indirecta (aunque en realidad muy directa) en un asesino para ocupar, años después, la vestimenta de un religioso de alto rango.
La obra está llena de personajes complejos que van más allá de cualquier realismo ortodoxo, dibujada con maestría y con un discurso en donde se va digiriendo cómo la fatalidad es sinónimo de la intolerancia del tabú social.
“Los endebles” es una obra escrita con el más fino de los hilos de la dramaticidad, una dramaturgia necesaria a la que hay que acudir para poder adentrarse en los discursos de la contemporaneidad. A pesar de que estamos hablando de una obra escrita en 1987, donde el estigma hacia la homosexualidad era de una fuerza aún más grande, la obra tiene la vigencia atemporal del hoy y mañana.
“Los endebles” termina siendo una odisea de amor tejida con la atemporalidad del pasado, del cual se nos torna muy borroso y disoluto pero que a partir de la fuerza del teatro los ojos se abren, para dejarnos absortos, cómplices y culpables.
En la introducción que hace Carlos Bonfil al libro, nos cita lo que a propósito de la obra Bouchard señala: “Quise oponer una respuesta a todas esas imágenes que nos transmiten los medios y el culto gay estadounidense y que reduce la homosexualidad al SIDA y al sexo”.
El trabajo de Bouchard ha sido conocido en México y en estados como Yucatán a partir de “La historia de la oca”, que ha sido una obra representada dentro del ciclo de “Teatro escolar”.
Obra de la que hemos hablado anteriormente y en la que dimos cuenta de la prolífica trayectoria del autor.
La introducción a este libro de Michel Marc Bouchard, que además de la obra a la que hacemos referencia, también contiene los textos “Las musas huérfanas” en la traducción de Natalia Traven y “El camino de los pasos peligrosos” en la traducción de Boris Schoemann, nos señala de forma por de más concreta: “El teatro de Bouchard reclama al lector –espectador potencial- no sólo un oído sensible y un ánimo despierto, sino también una disposición despejada en lo posible de prejuicios”.
“Los endebles o la Repetición de un drama romántico” fue editado por Ediciones El Milagro en el año 2002, con la traducción de Boris Schoemann. Si usted está interesado en adquirir este libro puede ingresar a la página electrónica www.edicioneselmilagro.com.mx

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