sábado, 31 de julio de 2010

Woyzeck, la fragmentación y los daños psicológicos por el estatus


“Woyzeck” de Karl Georg Büchner, una de las obras precursoras del estilo expresionista alemán, se ha visto como un texto sumamente avanzado para su tiempo (1836). Aunque en su tiempo fue un texto fragmentado y mal escrito, que sólo resaltaba ante el buen gusto del esteta, la idea de que fuera una mala obra reflejaba la manera lineal de ver el mundo en el siglo XIX. Debido a la muerte del autor la obra quedó inconclusa, pero tanto filólogos como traductores han querido completarla, variando las secuencias de las escenas existentes y llegando a conclusiones que nunca sabremos si fueron, al menos, consideradas por el autor.
Büchner probablemente comenzó a escribir la obra entre junio y septiembre de 1836. Permaneció en un estado fragmentario en el momento de su muerte prematura, en 1837. Woyzek fue publicado por primera vez en 1879 en una nueva versión, muy reelaborada, de Karl Emil Franzos. Tuvo su primera representación el 8 de noviembre de 1913 en el Residenztheater de Múnich.
La historia la basa Büchner en una historia real: Friedrich Johann Franz Woyzeck mata a su esposa aparentemente sin razón alguna. Este caso interesó a la sociedad de su tiempo, ya que se determinaba la moralidad de este individuo, ya que su estatus de clase baja al parecer era el factor que hacía que no la tuviera. Por lo mismo, es un tratado sobre la pobreza, el estatus y la deshumanización.
Franz Woyzeck es un soldado triste y desesperanzado; solitario habitante de una sociedad que no lo acepta y a la cual ha desistido de pertenecer. Atacado por todos lados, por situaciones que van más allá de su control, Woyzeck debe luchar para mantener su cordura y su humanidad. Abusado y torturado, tanto física como psicológicamente por los oficiales de su batallón y su infiel esposa, este hombre intentará sujetarse a su frágil sanidad, para no perderse en las fauces de su locura.
Woyzeck es conejillo de indias de un médico que se aprovecha de su pobreza y de su estatus de soldado raso para experimentar con su mente y cuerpo, por lo que le paga para que durante meses sólo coma garbanzos. El capitán del ejército siempre requiere de sus servicios para afeitarse, mientras le habla filosóficamente sobre su falta de moralidad. Su esposa coquetea con oficiales de los cuales admira su uniforme y sabe perfectamente que no puede ser fiel a un hombre como Woyzeck, de quien recibe sólo dinero.
Woyzeck es golpeado por la crueldad de una sociedad que lo lleva al límite de la locura, que lo provoca hasta el borde del abismo y por ello decide matar. Aún queriendo cuestionar su moralidad, será víctima del trato y maltrato al que fue sometido.
Bajo el título de “Wozzeck” fue adaptada como ópera por el compositor alemán Alban Berg; Robert Wilson y Tom Waits lo hicieron musical; Juan Carlos Aguadelo, para Colombia, realizó “Woyzeck, lamento en el silencio”; en México, hace unos años y con éxito, Agustín Meza y su compañía “El Getho” realizaron su versión de la obra de Karl Georg Büchner.
Una de las brillantes versiones de este clásico y ejemplo de la fragmentación, la hizo el cineasta Werner Herzog en su película “La tragedia de Franz Woyzeck”, la cual ganó el Festival de Cannes en 1979 y en donde podemos ver una de las mejores actuaciones de Klaus Kinski.
Karl Georg Büchner murió a los 24 años de edad, de ahí que no haya llegado a ser tan popular y fundamental en la literatura alemana como Goethe. Su texto, breve y fragmentado, es un rico tratado de la exploración y explotación humana.

POR ESTO! 22 de julio.

No hay comentarios: