jueves, 28 de mayo de 2009

Un diálogo con la inmoralidad, o revelación de cómo murmuran los sistemas electorales

(Una sala de juntas, una conferencia a la que al parecer no asiste nadie, bueno sí, una estudiante, la cual a toda prisa intentará entablar un diálogo, en realidad lo que le importa es la respuesta a una pregunta que le es muy difícil plantear)

Estudiante: Señor, su libro “Así lo viví” ¿es una burda ficción o pretende ser el testimonio de lo que ocurrió en las elecciones del 2006, de la cuál usted fue el mayor cómplice?...
Señor U: (Silencio)
Pregunta: En realidad tengo muchas preguntas, sé que usted no tolerará la increpación por mucho tiempo, así que intentaré ser breve para resumir las preguntas en una sola. Hablo en primer término sobre la ficción para poder saber cómo abordar su libro, ya que como ficción creo que sí está bien imaginado y crea usted su propio mundo (como cualquiera que recurre a la creación literaria) a pesar de hacer alusión a nombres reales de partidos políticos y quienes lo integran, aunque debo señalarle que su historia es en muchos momentos poco creíble. Si es ficción no me tengo por qué quejar de los hechos a pesar que estos sean inventados, es decir, por ejemplo, yo no cuestiono que uno de los mejores entrenadores de perros Pastor Belga Malinois en América Latina sea un hombre inmóvil –es decir, un hombre que está imposibilitado para moverse-, esto según la realidad que crea Mario Bellatin en “Perros Héroes”, y no lo cuestiono porque la lógica interna de esa novela está bien estructurada, por lo mismo al estar dentro de esa ficción el mundo descrito se torna verdadero, a lo mejor no es real pero la verdad impera y es verificable en los silencios, por lo mismo es algo provisto de verdad, ya que el creador-autor sabe elegir sus palabras, usted en cambio no y aún su universo creado sigue argumentándose en una mentira. Ahora, tal vez me equivoque y efectivamente sea su texto un testimonio que pretende ser real (aunque tampoco sería verdadero), la historia de su vida, pero déjeme decirle que a veces no hay que aventarse a señalar lo que pretendemos o no pretendemos al escribir algo. Por ejemplo, usted ha insistido de forma pública y en diversos medios de información que su libro no pretende ser ni una justificación ni una defensa, pero entonces creo que su producto testimonial le salió muy mal, porque lo que no pretendió ser termina siendo, además de ser una justificación-defensa incompleta con la promesa de anexos -que al parecer aún no inventa o ficcionaliza- que avalarán sus palabras. En esa misma observación usted habla de que en su libro se encontrará una reflexión profunda de los sucesos, pero en realidad más que reflexión profunda vemos nada más su filosofía de vida que lo ha llevado a cargos tan importantes amparándose de esa “legalidad” que permite invadir países, imponer gobernantes, sistemas y ampararse bajo el cobijo de los poderosos a los que sirvió, por lo que la “reflexión” termina siendo solo un personaje incidental.
(El Señor U permanece con la vista fija al horizonte, sonriendo como si escuchara de forma atenta el discurso de la que pregunta)

Estudiante: Usted dice que después de lo que le dijo el PRD al saber el resultado que avaló el IFE, había visto lo que le sucedería al país en los próximos días, meses y tal vez años: sangre. Ahí usted la hizo de profeta, porque efectivamente hemos visto millares de muertos por una guerra sin estrategia, pobreza e intolerancia ante las manifestaciones en contra de los que nos gobiernan y recortes abruptos de presupuestos para que ustedes puedan mantenerse con lujos y todo esto se traduce a sangre, y esa sangre no es por culpa del partido del sol azteca, sino por la decisión que usted avaló, este incluso podría ser un buen tema para su próximo libro, aunque bueno, no creo que le interese la pobreza ni la represión.
También usted se pregunta “¿Quién es responsable de la duda del 2006, el acusador que distorsiona la realidad o el que dio respuestas tardías?”. Efectivamente usted habla de AMLO como distorsionador de la ¿realidad?, pero ¿no cree que en su análisis profundo debió de haberse planteado que la guerra sucia en contra de AMLO fue una distorsión de la realidad? Habla usted sobre la distorsión de la realidad distorsionándola, creo que en esta pregunta sobre responsabilidades usted más que verse con un discurso complejo y conciliador quiere que nos traguemos un cuento chino en base a un trabalenguas. Bueno, el asunto es que usted habla sobre quién tuvo la responsabilidad de la duda en esa elección y a la vez que se pregunta, se responde y absuelve al IFE que usted dirigió de los problemas de fondo, ya que asegura: “La falta de confianza no son los errores del IFE, sino las estrategias de un candidato por desacreditar una elección”. Aunque basta decir que usted ya no es juez, lo corrieron, como para emitir semejante juicio y así lavarse las manos.
También habla de la molestia de Fox y Gordillo por no dar a un ganador la noche del 2 de julio y su “valentía” al no tomarles la llamada e incluso contradecirlos, aunque bueno, como no hizo el trabajo completo, ya que poco inteligente usted no es, pos cualquiera se molestaría si no le cumplen, ¿A cuánto ascendió el cheque?, porque no era en blanco, así que no sé en dónde está la sorpresa tanto en esas llamadas como en su respuesta, la simulación es parte de su estrategia política. Sin embargo, usted se esfuerza por justificar sus acciones, pero las palabras lo delatan, por ejemplo, habla usted del apego a la “legalidad”, sobre todo en lo referente a la guerra sucia en contra de AMLO, ya que cuando el TPJF la prohibió, orgulloso señala que el IFE respetó la decisión y que usted le dijo a Calderón: “Los magistrados QUIEREN (detener la guerra sucia), sino lo hacemos nosotros lo harán ellos”. La pregunta aquí es ¿Usted no quería? ¿Se divertía dividiendo al país, generando conflicto, dejando que los empresarios metieran sus manos y su dinero a favor de un candidato, que los programas federales se usaran como apoyo para el partido en el poder? ¿O sea que hasta que alguien superior dijera algo ustedes iban a acatar, como si esto los hiciera ver que no querían molestar a sus amos en sus estrategias sucias? Porque aquí es importante aclarar que aquella desconfianza de la que usted habla, la duda de la que usted hace mención, ¿quién la generó? Creo que esencialmente usted y el IFE al no fungir como árbitros, al dejar que todos hicieran lo que quisieran en contra del que mejor cosas había propuesto. No es de asombrarse que hubiera resistencia civil pacífica, ni que haya ahora un movimiento popular que cree. Pero bueno, veo que usted ya tiene intención de marcharse y no seguir escuchando. Así que mi pregunta es ¿Qué pensaba usted ante toda la desigualdad y la unión del Gobierno Federal, las televisoras y los que he mencionado al crear esa guerra sucia siendo usted el árbitro, qué sentía usted, cuál era su sentimiento?
(El Señor U sigue mirando al horizonte, sonriendo como si escuchara de forma atenta el discurso de la que pregunta, no habrá respuesta, al igual que muchos El Señor U no responde, sólo sonríe, como hacen los idiotas)

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